La hora no fue la más indicada para la presentación de Juan Manuel Lillo en el Primer Campus de Fútbol Lucinio Palacios. Esa debe ser la causa de por qué no estaba llena la sala, de por qué todos los que dicen amar este deporte no acudieron al Casino Aridane, de por qué dejaron escapar la oportunidad de absorver de una de las fuentes mas ricas del panorama futbolístico nacional e incluso mundial me atrevería a decir.
Lillo no vino a responder preguntas. Vino a lograr que los que allí estábamos nos las formuláramos y buscáramos nosotros mismos las respuestas y por eso tratar de describir o explicar lo que pasó ayer tarde en aquel salón de Actos es quitarle valor. De un guiso podemos decir que está bueno o malo pero lo ideal es probar el guiso y encontrar en él los sabores.
Reproduzco aquí algunas de las perlas que dejó:
"Empobrecemos a los niños partiéndoles el juego en lugar de interpretarlo como un todo" Después de comentar como se le erizan los pelos al preguntarle a un niño de siete años si juega al fútbol y éste responderde: Sí, de LATERAL DERECHO
"Al fútbol se sabe jugar o no se sabe jugar" Nos explicó que simplemente cambiando a los jugadores de sus "posiciones habituales" podríamos comprobar su conocimiento o no del juego
"El entrenador tiene que ser esculpido por los jugadores y no el que esculpa jugadores" Aquel entrenador que no conozca el grupo al que entrena no podrá adaptarse al entorno favorable que estos generan en el propio juego
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Presentación de Juan M. Lillo |
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Juan Manuel Lillo |
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Un momento de la charla |
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Lillo responde a los asistentes |